Juan Sánchez Ramírez

 

Juan Sánchez Ramírez. Militar y político dominicano. Conspiró contra la ocupación francesa en favor de España. Derrotó a Ferrand y tomó la capital con ayuda británica (1809).

Restableció la soberanía española, siendo reconocido como capitán general de la colonia. Su gobierno inició el período conocido por «La España Boba» (1809-1821), y se significó por la dura represión de los brotes independentistas.

Nació en Cotuí, República Dominicana en 1762, hijo de Miguel Sánchez y Francisca Ramírez, quienes también procrearon a Remigio, quien lo acompañó en sus luchas, y a Rafael, Juez de Paz de Cotuí durante la ocupación haitiana, según datos de Francisco A. Rincón, autor de "La Mejorada Villa del Cotuy". Se casó con Josefa del Monte y Pichardo, madre de sus hijos Juana y José.

Rico propietario de hatos y cortes de caoba, lideró la lucha contra el dominio francés en la parte este de la isla de Santo Domingo, siendo partidario de restaurar la soberanía de España. Al frente de una compañía de lanceros formada por él con compueblanos, había combatido en los tiempos del gobernador Joaquín García contra la República Francesa. Emigró a Puerto Rico en diciembre de 1803, pero se vio en la necesidad de volver a su tierra natal en 1807, cuando comenzó su labor de ganar adeptos para la Reconquista, al tiempo que se dedicaba a la explotación de cortes de maderas en unas posesiones suyas situadas en las costas del este entre Higüey y el Jobero (el actual Miches, también conocido como Jovero), desde donde las comunicaciones con Puerto Rico eran más fáciles.

El general francés Ferrand había asumido el mando de todo el territorio del este que España había cedido a Francia en virtud del Tratado de Basilea. Respetó las costumbres españolas y la organización jurídica y fomentó las plantaciones de café y la explotación de los bosques maderables. Pero dos acontecimientos vinieron a perturbar la calma prevaleciente en la antigua colonia española.

El primero fue la decisión de Ferrand de suspender el comercio, sobre todo la venta de ganado, que los habitantes orientales mantenían con los haitianos. El otro, de mayor trascendencia, tuvo que ver con la invasión a España efectuada por Napoleón en 1808, la cual indignó a los vecinos de Santo Domingo, sobre todo a los propietarios más importantes, que se sintieron humillados al saber que también España había caído en poder de Francia. Uno de esos propietarios era Juan Sánchez Ramírez, quien pensó obtener el apoyo del gobernador de Puerto Rico, Toribio Montes, para expulsar a los franceses de la colonia.

La rebelión de los españoles contra los intrusos en Madrid, ocurrida el 2 de mayo de dicho año, fue prontamente conocida en Santo Domingo. En julio, Sánchez Ramírez se enteró de que la Junta de Gobierno que había sustituido a Fernando VII había declarado la guerra a Francia y se dedicó a recorrer toda la colonia incitando a sus moradores a levantarse en armas contra los franceses. Además, mantuvo una intensa correspondencia con Montes, quien le prometió toda clase de ayuda.

En agosto, el gobernador de Puerto Rico también le declaró la guerra a Francia, aunque Ferrand trató de restarle importancia a ese hecho lanzando una proclama para invitar a la gente a mantener la calma.

Mientras Sánchez Ramírez continuaba conspirando, el coronel comandante del departamento del Cibao, Agustín Franco, avisó a Ferrand de la trama que se preparaba, pero el general francés creyó que la noticia era exagerada, pese a lo cual envió tropas al sur, donde se fraguaba un levantamiento auxiliado por haitianos e ingleses. El jefe de esos sediciosos era Ciriaco Ramírez.

A principios de noviembre desembarcaron en Boca de Yuma 300 soldados enviados por Toribio Montes, los cuales se reunieron con las fuerzas de Sánchez Ramírez. Este salió de El Seibo con el propósito de marchar sobre la ciudad de Santo Domingo. Los franceses no pudieron contener el avance de los rebeldes y la batalla decisiva se libró en la sabana de Palo Hincado el día 7 de noviembre. Las tropas francesas fueron derrotadas y Ferrand, avergonzado, se suicidó de un pistoletazo. Los sobrevivientes huyeron a la capital de la colonia.

El día 12 la plaza fue declarada en estado de sitio por el sustituto de Ferrand, el general Dubarquier, y el 27 llegó a ella Sánchez Ramírez, quien plantó su campamento en la sección de Jainamosa, en la orilla oriental del río Ozama, trasladándolo poco después a la hacienda Gallard o Galá.

En cuanto empezó el asedio, los ingleses, que habían surgido con tres fragatas días después de la batalla de Palo Hincado, bloquearon la ciudad por mar, lo que impidió a los franceses abastecerse de alimentos. Su resistencia duró ocho meses, al cabo de los cuales se rindieron al comandante inglés Hugh Lyle Carmichael.

Sánchez Ramírez tuvo que entablar negociaciones con él para la entrega de la colonia, que se efectuó cuando se comprometió a compensarlo con cuatrocientos mil pesos en pago de los gastos incurridos durante el bloqueo. En agosto de 1809, Sánchez Ramírez obtuvo el control absoluto de Santo Domingo.

Sánchez Ramírez y Ciriaco Ramírez se entrevistaron en Bondillo, un paraje próximo a la capital, para discutir su suerte. El primero, representante del poder económico, se mostró partidario de volver al seno de España, mientras que el segundo abogó por la independencia. Prevaleció la posición de Sánchez Ramírez, que fue nombrado Capitán General y Gobernador de Santo Domingo.

La llamada Guerra de Reconquista dejó el territorio totalmente arruinado. La población había mermado, la agricultura no existía, el ganado estaba prácticamente extinguido y la economía paralizada por falta de dinero.

Consecuencia de esa crisis fueron varias conspiraciones ocurridas entre 1810 y 1812 estimuladas por los movimientos separatistas de Caracas y otros puntos de América. Sánchez Ramírez murió y el gobierno de la colonia quedó interinamente en manos del coronel Manuel Caballero y de José Núñez de Cáceres como teniente de gobernador e intendente político.

En Santo Domingo, el brigadier vivió en la calle Padre Billini, donde estuvo la Casa de España. Tras su muerte, la familia, supuestamente sumida en la pobreza, se trasladó a San Carlos pues según confesaba la viuda, el esposo tuvo muchos trabajos “y ninguno su sueldo” . Juan Sánchez falleció el 12 de febrero de 1811, a los cincuenta años.

La calle que lleva su nombre actualmente, nace en la Socorro Sánchez, en Gascue, y termina en la Santo Tomás de Aquino, en la Zona Universitaria.


Fuentes: https://www.ecured.cu/Juan_Sánchez_Ramírez